miércoles, 31 de julio de 2013
lunes, 29 de julio de 2013
miércoles, 24 de julio de 2013
martes, 23 de julio de 2013
domingo, 21 de julio de 2013
HISTORIAS Y LEYENDAS DE SEVILLA
La Patrona de Sevilla
Según una de ellas el Rey San Fernando soñó con la Virgen y que al día siguiente hizo llamar a los maestros imagineros de la corte para que tallaran una imagen igual a la que se le había aparecido en sus sueños.
Algunos historiadores sostienen que el propio San Fernando intervino en la realización de venerada talla mariana , mientras que otros sostienen que fue donada al monarca por el Emperador Federico II o por el rey francés Luís IX.
Otra cuenta que en el año 40 a.c., unos siete años después de la muerte y resurrección de Jesucristo, salió de Roma el Apóstol Santiago, quien ya había recorrido Palestina, Tiro, Sidón, Grecia e Italia, predicando el Evangelio. Desde Roma se dirigió a España, la más importante y rica región de la Bética, embarcó para Sevilla, a donde llegó e inició su evangelización. Reunió un pequeño grupo de prosélitos, a los que bautizó.
Nombró por jefe y Obispo a un hombre honesto y misericordioso, a quien por su piedad bautizó con el nombre de Pio. Pio era de profesión escultor, y había nacido en Massia, un puertecillo de pescadores en la orilla del rio, entre los pueblos que hoy llamamos Puebla del Rio y Coria del Rio. Este hombre era buen artista y se ganaba bien la vida haciendo esculturas para el adorno de los suntuosos edificios que se construían en Hispalis o Sevilla, y en su vecina Itálica. Seguramente si se estudian las firmas o marcas de las esculturas romanas que hay en los Museos de Itálica y Sevilla, podrá hallarse en alguna de ellas la firma de Pio, escultor y primer Obispo de Sevilla.
Desde Sevilla marchó el Apóstol Santiago a evangelizar Granada, Córdoba y otras ciudades de la Bética, y habiendo vuelto a Sevilla, comunicó a Pio, que le acompañase a la región Tarraconense. Se dirigieron hacia el Norte por las calzadas romanas y habiendo llegado a Zaragoza, ante las dificultades que encontraban para convertir a aquellos paganos, el apóstol Santiago se desalentó, y sentados en la orilla del Ebro, lloraron ambos amargamente. Es entonces, cuando la Virgen Maria, que todavía no habia muerto, se les apareció a los dos, en cuerpo y alma, puesta de pié en una columna, ( o pilar). No fue pues una aparición de la Virgen al Apóstol Santiago, sino a Santiago Apóstol y a Pio, obispo de Sevilla, conjuntamente.
Esta imagen fue llevada a la casa donde se reunían secretamente los cristianos, o sea, la primera iglesia sevillana, que estaba situada a espaldas del circo de la ciudad. Dado que hoy por las excavaciones que se hicieron para construir la Av. de la Cruz Roja, sabemos que los cimientos del circo llegan desde el Hospital de la Cruz Roja hasta la calle Fray Isidoro de Sevilla, puede casi asegurarse que dicha primera iglesia cristiana estaba en la calle Fray Isidoro de Sevilla, o en la plaza que hay ante el "Grupo Escolar Queipo de Llano", vulgarmente llamado "El colegio de los moros".
sábado, 20 de julio de 2013
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