La Patrona de Sevilla
Alrededor de la Patrona de Sevilla existen leyendas varias. Es por ello
que muchos piensan que la patrona de Sevilla es la Virgen de la
Hiniesta, y otros que es la Virgen de los Reyes.
Según una de ellas el Rey San Fernando soñó con la Virgen y que al día
siguiente hizo llamar a los maestros imagineros de la corte para que
tallaran una imagen igual a la que se le había aparecido en sus sueños.
Algunos historiadores sostienen que el propio San Fernando intervino en
la realización de venerada talla mariana , mientras que otros sostienen
que fue donada al monarca por el Emperador Federico II o por el rey
francés Luís IX.
Otra cuenta que en el año 40
a.c., unos siete años después de la muerte y resurrección de Jesucristo,
salió de Roma el Apóstol Santiago, quien ya había recorrido Palestina,
Tiro, Sidón, Grecia e Italia, predicando el Evangelio.
Desde Roma se dirigió a España, la más importante y rica región de la
Bética, embarcó para Sevilla, a donde llegó e inició su evangelización.
Reunió un pequeño grupo de prosélitos, a los que bautizó.
Nombró por jefe y Obispo a un hombre honesto y misericordioso, a quien
por su piedad bautizó con el nombre de Pio.
Pio era de profesión escultor, y había nacido en Massia, un puertecillo
de pescadores en la orilla del rio, entre los pueblos que hoy llamamos
Puebla del Rio y Coria del Rio. Este hombre era buen artista y se ganaba
bien la vida haciendo esculturas para el adorno de los suntuosos
edificios que se construían en Hispalis o Sevilla, y en su vecina
Itálica. Seguramente si se estudian las firmas o marcas de las
esculturas romanas que hay en los Museos de Itálica y Sevilla, podrá
hallarse en alguna de ellas la firma de Pio, escultor y primer Obispo de
Sevilla.
Desde Sevilla marchó el Apóstol Santiago a evangelizar Granada, Córdoba y
otras ciudades de la Bética, y habiendo vuelto a Sevilla, comunicó a
Pio, que le acompañase a la región Tarraconense. Se dirigieron hacia el
Norte por las calzadas romanas y habiendo llegado a Zaragoza, ante las
dificultades que encontraban para convertir a aquellos paganos, el
apóstol Santiago se desalentó, y sentados en la orilla del Ebro,
lloraron ambos amargamente. Es entonces, cuando la Virgen Maria, que
todavía no habia muerto, se les apareció a los dos, en cuerpo y alma,
puesta de pié en una columna, ( o pilar). No fue pues una aparición de
la Virgen al Apóstol Santiago, sino a Santiago Apóstol y a Pio, obispo
de Sevilla, conjuntamente.
Tras aquella visión que les consoló y animó mucho, Santiago
tranquilizado ya respecto al buen éxito que le esperaba a su
predicación, mandó a Pio que volviera a Sevilla y le encargó que labrase
una estatua o imagen representando a la Virgen María puesta de pié en
un pilar y que la colocase sobre el altar de su iglesia o casa de
reuniones de los cristianos en Sevilla, teniéndola como patrona, pues
con la protección de la Señora se mantendría la comunidad cristiana, y
llegaría a cristianizarse toda la ciudad. Obedeció Pio y valiéndose de
barro modeló una Virgen puesta de pié sobre la columna o pilar.
Esta imagen fue llevada a la casa donde se reunían secretamente los
cristianos, o sea, la primera iglesia sevillana, que estaba situada a
espaldas del circo de la ciudad. Dado que hoy por las excavaciones que
se hicieron para construir la Av. de la Cruz Roja, sabemos que los
cimientos del circo llegan desde el Hospital de la Cruz Roja hasta la
calle Fray Isidoro de Sevilla, puede casi asegurarse que dicha primera
iglesia cristiana estaba en la calle Fray Isidoro de Sevilla, o en la
plaza que hay ante el "Grupo Escolar Queipo de Llano", vulgarmente
llamado "El colegio de los moros".
Transcurridos mas de 200 años, el cristianismo fué autorizado, y
entonces se construyó la basílica, hoy Parroquia de San Vicente, a la
que fué trasladada la imagen de la Virgen del Pilar, patrona de Sevilla.
Allí permaneció durante el resto del dominio romano y durante la época
de los visigodos, hasta que en el año 711 al producirse la invasión
musulmana desaparece, ignorándose si dicha imagen fue destruida por los
árabes, o si algún clérigo la sacó anticipadamente de Sevilla para
ponerla a salvo, y se encuentra en algún lugar del Norte de España.
Pasada la ocupación árabe y reconquistada Sevilla por el Rey San
Fernando, se consagró como Catedral la mezquita mayor, o Aljama, en la
cual, el Obispo Don Remondo entronizó una imagen de Nuestra Señora con
el nombre de Santa María de la Sede, a la que hizo patrona de la sede
episcopal.
Siglos más tarde, fueron designadas como copatronas de Sevilla (sin
perjuicio del patronazgo mariano), las dos mártires sevillanas Justa y
Rufina.
En el siglo XVII habiéndose encontrado en el reino de Aragón una imagen,
escondida en una cueva, y que estaba acompañada de un papel escrito que
decía: "Soy de Sevilla, de un templo que hay junto a la Puerta de
Córdoba", su hallador, el caballero aragones Mosén Tous, la trajo a
nuestra ciudad, suponiéndose que había estado oculta desde la invasión
árabe. Y dado que la iglesia más cercana a la Puerta de Córdoba era la
Parroquia de San Julián, allí quedó depositada, dándosele el nombre de
Nuestra Señora de la Hiniesta, porque hiniesta en aragonés es el nombre
de la retama, y la imagen fué descubierta en un hoyo o cueva al pié de
una retama.
El Ayuntamiento de Sevilla queriendo honrar tan antiquisima imagen la
hizo patrona suya; así que la Virgen de la Hiniesta no es patrona de la
ciudad, sino patrona de la Corporación Municipal.
Finalmente a mediados del siglo XX, el cardenal don Pedro Segura y
Sáenz, que tenía especial devoción por la advocación de la Virgen de los
Reyes, cuya imagen fué traida a Sevilla en tiempos del Rey San
Fernando, y que siempre ha acupado el altar de la Capilla Real, decidió
designar a la Virgen de los Reyes como patrona de la Archidiocesis, pero
no de la Ciudad.
En resumen: La patrona de la Ciudad es la Virgen del Pilar, puesta por
el primer Obispo, que después fue santo, San Pio .Copatronas con dicha
Virgen, son las dos santas mártires sevillanas Justa y Rufina. Patrona
de la sede episcopal es Nuestra Señora de las Sede, puesta en la
Catedral por don Remondo en 1248. Patrona de la Corporación Municipal lo
es la Virgen de la Hiniesta, que se venera en la Parroquia de San
Julián.Y finalmente Patrona de la Archidiocesis Hispalense, es Nuestra
Señora de los Reyes.
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